martes, 30 de julio de 2013

Capítulo 4 — Recuerdos olvidados.

Me sentía viva, más viva que nunca.
Aunque estaba muy confusa... Estaba tumbada sobre una camilla de enfermería.
Aquella habitación llena de cosas blancas, paredes blancas... me asustaba. Me levanté con destreza y caminé hacia el pasillo.
¿Qué hacia allí? ¿Cómo había acabado allí? ¿Y dónde suponía qué era allí?
De algo que estaba segura era de que fuera donde fuese no era el orfanato.
Seguí el sonido de las voces hasta el final del pasillo, la gente hablaba entre murmullos. Agudicé el oído para oír mejor.
—¿Cómo qué no está?¿¡Cómo la habéis perdido!?— Oí una voz masculina gritar.
Me quedé congelada. Fuera quien fuera me aterraba, su voz estaba cargada de tanta autoridad que me hacia querer doblegar y no ser el punto de su ira.
— ¿Dónde está su guardián? Debería estar con ella ¿¡ Dónde está!?—Esta vez habló una mujer y su voz estaba cargada de la urgencia de respuestas, a diferencia de la voz anterior, esta me hizo querer correr y darle una respuesta, aunque fuera solo por intentar aliviar su sufrimiento.
Respiré hondo y seguí caminando hasta las escaleras con acceso a la planta inferior.
Me paré al final de la escalera y miré hacia abajo al salón.
Desde mi punto de vista, el salón se veía enorme, todo el inmobiliario era del color rojo o de tonos cálidos; sofás, sillones, alfombras hasta las cortinas.
En el centro del salón había como una docena de personas. Había una mujer con un largo vestido rojo de seda, a su lado derecho había un hombre alto y robusto con traje gris y a su izquierda otro con traje rojo. A los lados habían unos cuantos chicos y delante de ellos estaban los huesos.
Huesos. Me quedé petrificada. Huesos.
Una fracción de imágenes inundaron mi cabeza.
Pesadilla. Cocina. Agua. Oscuridad. Intruso. Disparo. Dolor.
Un desgarrador grito salió de mi garganta incluso antes de que pudiera contenerlo. De pronto todo mi bien estar había ido por el desagüe y me sentía tan aterrada cuanto había llegado a estar cuando me estaba muriendo.
Grité y grité repetitivamente. No oía, ni veía.... era como si estuviera bloqueada en todos los sentidos. Caí de rodillas al suelo y de lo ultimo que fui consiente fue que la mujer de rojo venia corriendo hacía mi.
  
                                                                         ★★★

Xander fue el primero en darse cuenta de la presencia de Crystal. Ella llevaba una pata blanca, típica a la de los hospitales, estaba algo pálida, llevaba el pelo revuelto y carecía de brillo. En cuanto puso sus ojos sobre los Ossas, se puso a gritar como una loca, todos se dieron la vuelta y la miraron. La primera en reaccionar fue la reina, todos estaban clavados en su sitio debido al choque mental que supuso verla. Recuerdos que no sabían tener regresaron a ellos y todos se quedaron sin habla.
— Alguien nos la ha jugado...— susurró Ellie con la boca abierta.
Parecía tan aturdida o más que los demás.
Grey miró a rojo y este salió corriendo seguido por los huesos.
No había duda que alguien del circulo estaba en eso. Ningún cazador tendría el poder suficiente para borrar los recuerdos — de todo el circulo — de las pasadas ultimas dieciocho horas antes de que los Mentors los fuera a hurgar la cabeza a todos.
En cuanto Grey y la reina Stasha desaparecieran, todos se miraron entre ellos intentando encajar las piezas en silencio.
Bueno, unos más que otros.
— Brown...— susurró Hunter y Zayn a la vez.
Estos dos iban tan sincronizados que parecían ser un solo.
— Chicos, no toméis una conclusión precipitada.— susurró Odile.
Ellie la miró con el ceño fruncido.
— Para lo poco que habla Black, tiene razón. — repuso Ellie.— si fue un Brown, tú estás en medio y créeme no podremos ayudarte...
Zayn negó con la cabeza.
— Esperaba más de ti. Ellione Green.
Zayn la lanzó una mirada envenenada y despareció por el pasillo.
Ellie se quedó petrificada sin saber muy bien que había hecho.
— Alguien debería aprender a callarse.— Dijo Xander entre risa.

Ellie visualizó a Zayn sentado sobre un bloque te tierra, respiró hondo y fue tras él. Se paró detrás de él y disfrutó un rato de las vistas. Aspen tenia una hermosa vista desde los alrededores de la mansión de Ignis.
La nieve la hacia sentirse como en casa.
— Siento haber dicho eso, sé que no tienes nada que ver...— su voz sonó apagada y algo llorosa— Es solo que Grey...
Zayn se levantó hábilmente y la miró fijamente a los ojos.
— Lo que diga Grey o deje de decir no es asunto tuyo, Ellione. — él bufo y luego e río.
— Deja de llamarme así, no tiene gracia.— gruño Ellie enfadada.
—¿Cómo?¿Ellione?— la retó con la mirada.
— He dicho que pares.
— Ellione, ay mi querida Ellione, Ellione...
Ellie levantó el puño y le atizó un puñetazo. Zayn llevó la mano a su mandíbula con gesto de dolor.
— ¡Joder, Ellie!— movió la mandíbula un par de veces y luego miró a Ellie. — Solo bromeaba.
—! Pues, yo no, capullo!— se dio la vuelta y empezó a correr el camino hacia la mansión.
— ¡Pues! ¿sabes qué? No te necesito, Ellione Green.
Ellie se paró en seco, entrecerró los ojos y apretó la mandíbula. Cerró los puños y siguió corriendo. No sabia por que seguía detrás de ese paleto, si siempre acaban peleándose.

                                                                   ★★★

Hunter se acercó a las enormes vidrieras y miró hacía fuera, estaba a punto de anochecer. El cielo estaba pintado de una mezcla de hermosos colores cálidos y fríos.
Suspiró y se pasó la mano por el pelo.
Se sentía decepcionado consigo mismo. ¿Cómo había podido ser tan débil y olvidarse de algo tan importante cómo encontrar al traidor del circulo?
No podía haber pasado eso, si él había logrado borrar los recuerdos de toda la mansión... ¿de qué mas cosas seria capaz?
— Hunter.
Hunter levantó la vista y vio a Grey a su lado.
— Majestad.
Hizo una pequeña reverencia con la cabeza y volvió a mirar al frente.
Permanecieron un largo rato así hasta que Grey, rompió el silencio.
— Siento no haberme fiado de ti, White. — respiró hondo y miró a Hunter.— Tenias razón, pero ahora ya no podemos traer otra vez a los Mentors, dejaremos que quien quiera que sea, piense que tiene el control, si volviéramos a hacer lo mismo, nos volvería a borrar la mente y solo perderíamos el tiempo.
Hunter asintió.
— A partir de ahora, tenemos que estar siempre un paso por delante. ¿Me entiendes?
Hunter le miró fijamente.
— Un paso por delante, sí, señor.
Grey sonrió de lado.
—¿Que hay de Pedestriam?
A Grey se le borró la sonrisa.
—¿ Insinúas qué mi hijo...
— No, Grey, no insinuo nada, solo digo que en situaciones así, no puede, ni debe, descartar a nadie.— Hunter le enfrentó con la mirada.— Puede que Crystal no tenga tantas posibilidades cómo Predestriam, aún así forma parte de esto, debemos protegerla como a una más, no piense como un padre, Grey, piensa como el rey que eres.
Hunter le hizo una reverencia y se fue.
Grey se lo quedó pensando.
Hunter tenia razón no tenia que pensar cómo un padre y si cómo un rey o las cosas irían muy peor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario