viernes, 26 de julio de 2013

Capítulo 3 — La unidad, hace la fuerza.

Grey se quedó mirando a Hunter tan fijamente que si de ser posible, lo abría perforado el cráneo  allí mismo.
— ¿Estás insinuando que dentro de mi circulo hay un traidor?— preguntó Grey con la voz cargada de indignidad y frustración.
Hunter se aclaró la garganta y miró a su padre, que estaba sentado en el trono a la izquierda de Grey. Su padre asintió, como dándole su permiso para hablar.
— Sí, esta es la idea, señor.— respondió Hunter clavando los ojos en los de Grey.
Grey se río con amargura.
— Muchacho ¿Cómo te atreves a venir y decirme que hay alguien capaz de romper las reglas en MI CÍRCULO? — la voz de Grey fue aumentando de tono a medida que terminaba la frase y, con eso, provocó que todo el tribunal temblara baja su ira. — Todos habéis sido educados, para respetar las normas, y sabes lo que supone romperlas.
— La muerte...— susurró Hunter.
— Exacto, ¿Así qué, dime, Hunter White, qué sentido tiene eso que me estás diciendo?— Grey sonaba mucho más calmado, pero sus ojos color mercurio decían todo lo contrario.
— Puede que para usted no tenga mucho sentido, pero, dime, señor...— Hunter hizo una pequeña pausa— ¿Quien, además del circulo, tenía información del paradero de la señorita Crystal Grey?
Grey se quedo mirando a la nada durante lo que parecieron segundos eternos, hasta que volvió a mirar a Hunter y respiró hondo.
— Será mejor que no tengas razón, muchacho.— dijo en una voz apenas audible.— Esta competición tiene que ser justa, y no necesito más complicaciones por ahora mismo.
Grey miró a White y a Rojo y asintió.
— Quiero a todos aquí antes de las doce. — Grey se levantó y fue hacia la enorme vidriera de cristal. — Ossas... arrastrad a esos sacos de hueso hasta aquí, la mansión necesita protección, id y traedme a los Mentors...— se dio la vuelta y miró a sus súbditos.— Si de verdad hay un traidor, lo sabremos en cuanto ellos rebusquen en sus cabezas.
Grey miró a Hunter, quien rápidamente se levantó, hizo una reverencia y abandonó el tribunal.

Hunter subió a la planta superior sin saber muy bien que hacer, su padre le había dicho que se mantuviera allí hasta que llegaran los Mentors.
No era que su padre desconfiara de él, ni mucho menos, pero era bueno acatar a las normas de Grey.
Grey era como Zeus, era el rey, tenía todo el poder y nadie, jamás, tendría cojones suficiente para plantarle cara, mucho menos cuando era capaz de meterse en tu cabeza y obligarte hacer lo que él quisiera.
El pasillo de la planta superior estaban en silencio, cómo bien había esperado.
Una puerta a la derecha del pasillo se abrió y salió una mujer alta y delgada con un vestido rojo y largo hasta las pantorrillas. Su pelo castaño cobrizo iba peinado en perfectas ondas a un lado y su andar era elegante como la de una modelo. Cuando ella levantó la cabeza en su dirección, Hunter la reconoció. Era Stasha, la reina de Grey y una Origina roja.
Tenia los ojos rojos, y sus labios se veían agrietados, como si los hubiera mordido con demasiada fuerza...
— Magestad...— La saludó con una reverencia, ella le dedicó una media sonrisa y siguió caminando.
Él siguió su camino, pero se paró unos pasos más adelante, la habitación donde había estado la reina Stasha era la enfermería, él miró a través de la pared de cristal que dejaba a la vista la habitación. Se parecía a una sala de hospital normal, paredes blancas, camillas... Lo único que cambiaba era el hecho de que la magia curativa de las brujas de Blaike estaba por todas partes. Desde la ventana se podía ver una nube de polvo morado en el aire, Hunter conocía bien lo que eso significaba, se estaba muriendo. Si la nube de polvo estuviese poniéndose de color verde eso significaría que se estaba recuperando y ese no era el hecho.
Su cuerpo yacía en una de las camillas y una sabana blanca la tapaba hasta la altura de los hombros.
Por la palidez de su cuerpo hasta pondría pasarse por un cadáver.
Hunter respiró hondo y, colocó su mano contra el cristal, como si de alguna manera eso pudiese hacerle llegar su fuerza hasta ella.

                                                             ★★★

Ellie vio a Zayn entrar por la puerta y corrió a su encuentro.
— Dime, chico guapo ¿En qué problema te has metido?— preguntó ella antes de saltarle en cima.
— Sigues igual de pegajosa ¿eh?— intuyó él dando un paso hacía atrás.
— Como la mermelada en el pan.
Él no pudo evitar sonreír, eso solía hacer Ellie Green, hacer que sonriera como un idiota.
Ellie miró a su alrededor en busca de algún otro miembro de su clan.
No vio a nadie.
— ¿Alguna idea de quien haya podido ser?— susurró Ellie, para que nadie los pudiera oír.
— La pregunta es : ¿Quien seria tan idiota para desafiar la ira de Grey?-repuso Zayn.
Alguien detrás de Zayn le toco el hombro.
Él se volvió y vio a Hunter.
—¿Alguien sospechoso?— preguntó Zayn observando a los del tribunal.
Ellie miró a Hunter y le hizo una reverencia antes de volver la vista hacia el frente para observar también, a sus futuros enemigos.
Hunter hizo una mueca y paso la vista por todo el salón.
Gaius, estaba al lado de Minka y parecían enfrascados en un seria disputa sobre si tendrían suerte o no de que Crystal saliera con vida de la situación.
Hunter apretó la mandíbula, la tensión de aquella habitación era tal que pondría cortarse con un cuchillo y, aun así seguiría ahí.
Aimee, la líder del grupo tres intentada ignorar a Zytrate quien no dejaba de hablar sobre lo horrible que era que les obligara a dejar que un Mentor entrara en sus cabeza.
— ¿Qué me dices de Pedestriam?
Ellie y Zayn siguieron la mirada de Hunter y vieron a Pedestriam  apoyado en una de las columnas, con las manos en los bolsillos del pantalón y la mirada perdida.
— No... ¿Él?— Balbuceó Ellie.
— Es hermano de Crystal, es el mayor... quizá crea que tiene más derecho a conseguir el puesto, tiene sentido...— concordó Zayn.
Intercambiado un par de miradas antes de que un velo espeso cayera sobre sus párpados.
—Zayn...
— No soy yo, joder...— gruñó él intentando quitar al intruso de su cabeza.
—Mantened la calma, no os mováis ni hagáis nada.— Mandó Hunter.
Ellie alargó la mano y se aferró a Zayn quien estaba a su derecha, que a su vez agarró a Hunter a la izquierda.
— La unidad, hace la fuerza ¿recordáis?— escucharon en su cabeza, el velo se les quitó de los ojos.
Zayn, Hunter y Ellie se miraron unos a otros confusos.
—¿Chicos? ¿Que hago aquí?— preguntó Ellie mirando a su alrededor en busca de preguntas.
— Pues... hace un momento me iba a meter en la cama...— dijo Zayn, todavía más confuso.
— Yo iba a...— Hunter hurgo en su cabeza en busca de respuestas, pero estaba en blanco. No recordaba que hacia allí ni cómo había llegado en el tribunal. Lo único que recuerda era estar entrenando y luego... Nada.

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